No soy chica de grandes cambios. Ni los grandes cambios son
motivo de alegría para mí. Será la experiencia. Sabemos que conforme vamos
creciendo tenemos que hacer frente a ciertas cosas, queramos o no. El crecer
significa tomar decisiones. Esto sí, esto no. A veces no tenemos más remedio
que dar un si cuando lo que deseamos es un no, o simplemente a veces es lo que
hay y no hay más.
Me he acostumbrado a echar de menos cosas o personas que sé de sobra que no van a venir o que simplemente no lo voy a tener. Muchas personas tienen vidas fáciles y no es que me de envidia, es que desearía estar en su situación. Muchas veces he dicho que no cambiaría mi vida por la de nadie pero a veces pienso que sería mejor vivir otra. ¿Felicidad? Existe porque la he experimentado pero me pregunto cuánto tardará en volver.
He tomado decisiones bastante grandes, de dar un cambio radical, he pensado que era lo mejor cuando en realidad era lo peor que podía hacer. He conocido el arrepentimiento por toma de decisiones pero también he aprendido a encontrar motivos que me han hecho ver algo bueno de la situación.
He dicho que no soy chica de grandes cambios, pero el cambio es irreversible.
No hay más remedio.
Me he acostumbrado a echar de menos cosas o personas que sé de sobra que no van a venir o que simplemente no lo voy a tener. Muchas personas tienen vidas fáciles y no es que me de envidia, es que desearía estar en su situación. Muchas veces he dicho que no cambiaría mi vida por la de nadie pero a veces pienso que sería mejor vivir otra. ¿Felicidad? Existe porque la he experimentado pero me pregunto cuánto tardará en volver.
He tomado decisiones bastante grandes, de dar un cambio radical, he pensado que era lo mejor cuando en realidad era lo peor que podía hacer. He conocido el arrepentimiento por toma de decisiones pero también he aprendido a encontrar motivos que me han hecho ver algo bueno de la situación.
He dicho que no soy chica de grandes cambios, pero el cambio es irreversible.
No hay más remedio.